Partiendo de un edificio con patologías significativas y una distribución obsoleta, nos hemos centrado en actualizar las distribuciones para adaptarlas al estilo de vida actual, así como la unificación de materiales en las cocinas y baños de todos los pisos, al tiempo que se recupera la esencia de los materiales originales, como las vigas de madera vistas y las paredes originales de ladrillo.
La iniciativa incluye la
instalación de un ascensor en el patio interior, la eliminación de barreras
arquitectónicas en la planta baja y la restauración de las escaleras para
devolver su imagen original. Se ha llevado a cabo una modernización de los
servicios comunes de electricidad, agua y saneamiento. La reforma de la fachada
ha sido ejecutada con un respeto meticuloso por el aspecto original de finales
del siglo XIX, recuperando las galerías abiertas al patio posterior.
Este
proyecto no sólo renueva un espacio, sino que también preserva la identidad
histórica y arquitectónica de Barcelona.