La planta baja, dónde se encuentra la zona de día, es un espacio diáfano con una elegante chimenea como punto central que hace de separador entre la sala de estar y el comedor, dando forma a un espacio muy atractivo y acogedor. Los grandes ventanales y el pavimento cerámico, que fluye del interior hacia el exterior, crean una continuidad visual y conexión entre los diferentes espacios y las magníficas vistas al bosque del Garraf.